lunes, 13 de mayo de 2013

EXCURSIÓN POR LA CASA DE CAMPO

El pasado sábado un pequeño, pero no por eso menos valeroso grupo de hortelanos y amantes del campo en general, nos reunimos bajo el manto de sabiduría de nuestro insigne hortelano especialista en árboles, arbustos, flores, fauna de todo tipo, de los que vuelan y de los que no, en fin, un auténtica enciclopedia abierta con patas sobre todo lo que hay en nuestro preciado tesoro natural, que tenemos la suerte de tener pegado al barrio, la Casa de Campo. Como dije antes, no eramos muchos, pero estábamos bien representados, desde los dos añitos y pico del más benjamín a los enetantos del más veterano, desde los venidos de nuestro querido continente-hermano latinoamericano hasta nuestro no menos querido (aunque un poco radiactivo) lejano oriente.

Y allí estuvimos toda la mañana hasta bien entrado el medio día, caminando durante horas lo que yo solía recorrer en un par de minutos con la bici y descubriendo rincones escondidos de la Casa de Campo donde sólamente llegan los valientes que se atreven a pararse en el camino y admirar la belleza de lo natural.


Y allí estuvimos, Carlos soltando nombres imposibles en un latín muy aluchero, Juampe anotándolos en su cuaderno de campo biológico,y Néstor inmortalizándolos con su cámara atrapa plantas; Sergio, el Benjamin, nos abría paso con su monopatín campestre y Moe se encaramaba en lo alto de un castillo que acaba conquistar; Israel y yo manteníamos una encarnizada batalla lanzándonos darditos de espigas letales y Tamiko se debatía consigo misma para no repetir los nombres obscenos que nos enseñaba Carlos. Porque sí amigos, si una cosa sacamos en claro de esta magnífica excursión campestre, es que la Casa de Campo esta llena de pollitas acuáticas y chochines voladores, pero para verlos os tendréis que apuntar a la próxima excursión porque esta, lamentablemente, ya pasó.

Podéis ver más imágenes de la excursión aquí, aquí y aquí

1 comentario:

  1. Ha sido un paseo muy bonito con tantos descubrimientos y divertido por los acompañantes. Hay que repetir otra vez antes de que sea demasiado caluroso aunque dentro de casa de campo la temperatura es más agradable bajo los arboles. Y qué sorpresa de los cantos de pájaros! No sabía que estabamos rodeados con tantos pájaros y aves distintos. Gracias, Carlos! -Tamiko

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