domingo, 19 de mayo de 2013

Saberes populares de la huerta

Hace un par de semanas se celebró el segundo encuentro interhuertos organizado por la Red de Huertos Urbanos Comunitarios de Madrid (ReHd Mad!) en el Campo de la Cebada. Además de hacer visible en el mapa de huertos con una chincheta nuestro estupendo huerto batanero, acudí a uno de los talleres que se organizaban para la ocasión.

 Aunque yo fui tentada por el de Inventacos (para muestra, fotografía de la bici que genera energía con el pedaleo), finalmente me decidí por el taller de Saberes Populares de la huerta, a ver si aprendía algo. Y creo que hice una excelente elección.

El taller consistía en la lectura, debate y clasificación por temática y fecha de refranes populares en torno a la huerta. ¡Jamás habría pensado que existen tantos!


Los hay de los que nos sabemos todos como Marzo airoso, abril lluvioso, sacan a mayo florido y hermoso o Cuando marzo mayea, mayo marcea.

Otros con toque jocoso: A melón bueno y maduro, todos le huelen el culo o Dice la cebolla al ajo: acompáñame siempre majo.

Incluso se improvisaron nuevos "redfranes" en el taller como Si el huerto ecológico está bien hecho, ¡¿para qué hace falta el barbecho?! o Cava hondo, echa basura y ríete de los libros de agricultura.

Y los más antiguos, en ocasiones difíciles de descifrar: El campo va descansando, sus productos alternando: quien le deja sin sembrar no le sabe cultivar, si le cansa prontamente no mudarle la simiente, hasta le va mejorando quien prudente va alternando. Para plantas alternar, su raíz puede guiar: verticales, tuberosas, alternen con las fibrosas.

Como me parecen una gran fuente de conocimiento, aquí os dejo la tabla con los saberes y refranes de la huerta que surgieron en el taller por temática (preparación del terreno, riego, siembra y cosecha, predicciones meteorológicas...) y fecha en meses de algunos de ellos.

También he encontrado un libro de aforismos rurales donde podemos encontrar más y ampliar otra información de interés.

Desde aquí muchas gracias a Antonio de GRAMA, a los asistentes por toda la sabiduría aportada en el taller y a todos los que hicieron posible este encuentro. ¡Nos vemos el año que viene!

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